ORÍGENES DE LA PRESENCIA DE LAS HNAS. DEL BUEN PASTOR EN PARAGUAY
“Una ciudad, una fundación no debe bastar a su celo: es preciso que se extienda al mundo entero.”Sta. María Eufrasia
El 10 de julio de 1915, Sor Josefa Bourdette, Hija de la Caridad de San Vicente de Paul, conforme a la petición de Monseñor Sinforiano Bogarín, Obispo de Paraguay, solicita en una carta enviada a la Superiora Provincial del Buen Pastor en Buenos Aires Hna. María Mónica de la Cruz Peñalba la presencia de las Hermanas del Buen Pastor para hacerse cargo de las mujeres privadas de libertad en Asunción Paraguay.
“…Me permito dirigirme a Ud., para hacerle un pedido que, como cosa que atañe a la Gloria de Dios no me negara, se desea muchísimo tener una casa de esa comunidad en la Asunción. Monseñor Sinforiano Bogarín Obispo Diocesano me ha rogado le escriba en ese sentido. Se trata de la cárcel de mujeres que se desea muchísimo confiarles.”
Del Libro: “El Buen Pastor en las Naciones de Sud de América” Tomo III, P. Juan ISERN
“No debemos temer llevar nuestras tiendas a lejanas riberas, cuando ahí se encuentran también ovejas para reintegrar en el redil del Buen Pastor.” Sta. María Eufrasia
Seguimos con la Carta enviada por Sor Josefa Bourdette:
“Por lo que a mí toca, tengo un deseo tan vehemente de que se nos conceda esa gracia, que no paso día sin pedírselo con fervor a nuestro buen Dios; pues como hija de San Vicente de Paul, no puedo ver su dolor a tantas ovejas descarriadas sin pastor que las busque y las traiga al redil. El país no es rico, especialmente en estos momentos de crisis general; pero se puede trabajar para Gloria de Dios”.
Del Libro: “El Buen Pastor en las Naciones del Sud de América” Tomo III, P. Juan ISERN
“Nuestra vocación es una vocación de celo, un apostolado de caridad.” Sta. María Eufrasia
La carta recibida en Buenos Aires con vivo reconocimiento al Señor, fue inmediatamente remitida a la Casa Madre en Angers (Francia). Mientras se aguardaba la respuesta, Hna. María de San Agustín de Jesús Fernández Concha Visitadora de la Congregación en la región sur de América Latina, puso la solicitud bajo la protección de San José, pidiéndole que manifestara la voluntad de Dios enviando siete vocaciones. Este ruego fue atendido a corto plazo.
Del Libro: “El Buen Pastor en las Naciones del Sud de América” Tomo III, P. Juan ISERN
“Ustedes están destinados a ser otros tantos buenos pastores.”Sta. María Eufrasia
La Hna. Provincial, Hna. María Mónica de la Cruz Peñalba escribió una carta con fecha del 19 de julio, a Sor Josefa Bourdette, donde entre otras cosas le proponía tratar verbalmente el asunto y se enviaba n las Bases generales de la fundación.
“….He tenido la honra y el placer de recibir su estimable carta del 10 de Julio del corriente que agradezco muchísimo. Dependiendo la licencia para las fundaciones, de nuestra Casa-Madre, que está en Angers, (Francia), en testimonio de simpatía a Ud. y a la obra que propone en aquella comarca llena de venerables recuerdos de la primera evangelización de estos países, hemos enviado inmediatamente su carta a nuestra honorable Madre General, no obstante que el personal es siempre escaso para el desarrollo de nuestras obras….Contamos con su cooperación eficacísima, la que agradecemos en todo lo que vale. Si Dios nuestro Señor proporciona al dignísimo Prelado y a las autoridades de esa capital los medios necesarios para empezar, que hemos indicado ligeramente, sería muy conveniente para tratar con mayor claridad un asunto de tanta importancia, hacerlo verbalmente; a este fin , aceptamos agradecidas los pasajes que se dignan ofrecernos…”
Del Libro: “El Buen Pastor en las Naciones del Sud de América” Tomo III, P. Juan ISERN
A principios de octubre empezaron los preparativos para el viaje a Paraguay, que debía efectuar la Madre Provincial con la Consejera María Filomena de Jesús Usandivaras desde Bs. Aires. En Corrientes se les unió la Superiora de esa Comunidad Hna. María de Jesús Bech.
Llegaron al puerto de Asunción el jueves 14 de octubre de 1.915, a las 3 de la tarde. Fueron recibidas por las Hermanas de la Caridad, Sor Josefa y sor Martha acompañadas de algunas señoras amigas, siendo hospedadas en el Colegio de la Providencia. Hasta allí fue a visitarlas el Sr. Balteyro para hablar del proyecto de la fundación.
El Sr. Balteyro manifestó que con las condiciones deseadas por las religiosas solo había una quinta, la cual tenía el inconveniente de estar cerca del cementerio. Ellas quisieron verla y les pareció bien. La quinta estaba alquilada pero el señor Balteyro aseguró que no le sería difícil al gobierno comprarla para establecer allí la cárcel de mujeres.
El Jefe de Policía quiso presentar a las Hnas. al Señor Presidente de la República doctor Enrique Shaerer, quien las recibió amablemente. Visitaron así mismo la cárcel, que hallaron en estado deplorable. Era un depósito de mujeres en abandono absoluto y mal vestidas, custodiadas por soldados y empleados.
El domingo 17 de octubre, día fijado para el regreso, oyeron misa temprano en la catedral, luego fueron acompañadas hasta el vapor por Sor Josefa, sor Marta y otras amigas favorecedoras de la futura fundación.
El 5 de enero de 1916 se recibió en la Casa Provincial la carta del Jefe de Policía de Asunción que expresaba: “Tengo el agrado de adjuntar copia de la resolución ministerial no. 127, por la que se autoriza a esta jefatura a firmar el contrato con la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor. Adjunto también copia de las condiciones sobre cuyas bases se firmaría el contrato, a fin de que si las encuentra convenientes, conteste dando la conformidad. Esta Jefatura está haciendo las gestiones para la compra del terreno escogido por las hermanas…”
Las condiciones fueron aceptadas con algunas modificaciones, que también fueron aprobadas por las autoridades de Asunción, pero lo que hizo demorar bastante la fundación, fue la aprobación del Presupuesto Nacional de Gastos que contemplara la compra del terreno, las construcciones y los arreglos necesarios para el traslado de las mujeres privadas de libertad desde su lugar de reclusión.
Recién en enero del año 1917, el Jefe de Policía escribía a la Madre Visitadora Sor María de San Agustín Fernández Concha, una carta en la que manifestaba: “Tengo el agrado de comunicarle que la Honorable Cámara de Diputados ha aprobado la creación y sostenimiento de la cárcel correccional de mujeres en la forma tal como habíamos conversado con las reverendas Madres venidas para el efecto. Falta ahora únicamente la aprobación de la Honorable Cámara de Senadores, que puede considerarse como un hecho, y tan pronto se produzca, prepararemos el local de manera que en marzo o abril a más tardar, podríamos tenerla lista”.
Fue el viernes 19 de octubre de 1917, al terminar la oración de las Primeras Vísperas de la Solemne festividad en honor del Sagrado corazón de Jesús, propia de la Congregación, cuando llegó el telegrama dirigido por Sor Josefa desde Asunción, comunicando la aprobación que había dado la Cámara de Senadores al proyecto “Cárcel correccional de Mujeres”.
El 3 de enero de 1918, se recibió del Paraguay en la Casa Provincial, la nota del Señor Balteyro, Jefe de Policía “…Me es grato dirigirme a usted comunicándole que el 31 de diciembre último, se ha escriturado a favor del Superior Gobierno la propiedad donde debe ser instalada la cárcel correccional de mujeres y menores y vería con agrado que dos Hermanas de la Congregación vengan ya, de modo que puedan ver los trabajos necesarios que hay que hacer en el citado local, y puedan dirigirlos a objeto de destinarlo lo más pronto posible; remitiré los pasajes….Tan pronto que el local se encuentre en condiciones para la instalación, solicitaremos la venida de otras Hermanas para inaugurar la correccional….”
El 2 de enero de 1918, la Madre Visitadora Hna. María de San Agustín Fernández Concha recibió la siguiente nota del Ilustrísimo Señor Obispo del Paraguay: “Obispado del Paraguay – Decreto número 552 – Nos, Juan Sinforiano Bogarín, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de la Santísima Asunción del Paraguay. Vista la exposición de la Reverenda Superiora y Visitadora de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor en la República Argentina, de fecha 14 del presente mes y año, y considerando la suma importancia y necesidad de la obra que proyecta fundar en esta capital, por las presentes venimos a declarar que veríamos con la mayor complacencia la fundación de la casa correccional de mujeres y menores en nuestra diócesis de la referida Congregación, que se encargará del establecimiento nombrado a los efectos consiguientes expedimos las presentes en dos ejemplares del mismo tenor, para que uno de ellos sea remitido a quienes corresponda, y otro archivado en esta Curia, ambos firmados por Nos y refrendados por nuestro Secretario de Cámara, en Asunción, a veinte y dos de enero de mil novecientos diez y ocho – +Juan Sinforiano Bogarín, Obispo.- Isidro Garilari, Secretario.
Pocos días después la Hermana Provincial recibió otra nota del Obispo del Paraguay que decía: “El Obispo diocesano del Paraguay que suscribe saluda muy atentamente a la Reverenda Madre Provincial del Buen Pastor y tiene el agrado de significarle, más que la conveniencia, la necesidad de que vengan dos Hermanas para dirigir los trabajos de la futura correccional; pues es de temer que, si las reparaciones se hacen sin indicaciones de ellas, no respondan a las necesidades exigidas por la clase de la institución. Concluidos los trabajos, que se han puesto en licitación, se hará la inauguración.- Asunción, 1º. de febrero de 1918.- + Juan Sinforiano Bogarín.
El miércoles 13 de febrero, terminado la santa misa, partieron a la nueva misión desde la Casa Provincial de Bs. Aires, las Hermanas María del Tránsito Jorquera, y María de Santa Catalina Romero. Se embarcaron en el vapor Bruselas. En Corrientes quedó Hna Catalina y acompañó Hna. María de Jesús Bech, en representación de la Superiora Provincial, que estaba enferma.
Llegaron a Asunción el 17 de febrero, y fueron recibidas por las Hnas. Vicentinas, donde volvieron a hospedarse, mientras se gestionaba el cierre del cercado de la propiedad situada en la Avenida Colombia, esquina Chile, Parroquia de la Recoleta, la Iglesia del Cementerio.
Aún no habían logrado que el antiguo propietario desocupara la propiedad, que había comprado el gobierno, porque tenía ahí un restaurant, hasta que tuvo que intervenir la policía para desocuparla. Finalmente las dos Hnas. se trasladaron a la única pieza desocupada y que reunía algunas condiciones para ser habitada, pero que se encontraba en pésimas condiciones de higiene.
En la ardua tarea de limpieza del lugar ayudaron con mucha entrega y abnegación las Señoras Mercedes de Battilana y Victorina V. de López Decoud. Estas señoras y otras pertenecientes a la Liga de Damas, procuraron fondos, recolectando, ellas de las casas de comercio y de amistades, los recursos materiales necesarios para la nueva fundación constituyéndose en entusiastas colaboradores de la Obra del Buen Pastor.
Igual actitud asumió el Jefe de Policía Sr. Balteyro y Sra., así como su Secretario, el señor Manzoni, quienes desplegaron toda su actividad y afecto, ocupándose en mandarles camas, sillas, mesas y otros objetos necesarios. Dio orden a un hotel cercano para que diariamente les llevara la comida, y esto se prolongó por más de un año, hasta que se arregló la cocina.
Pronto las Hnas. acogieron a la joven Celedonia Centurión, recomendada por los salesianos, llegó acompañada de otra jovencita enviada por la Sra. Mercedes de Battilana; allí recibió el nombre de Pastora. Estas dos jóvenes prestaron a la casa importantes servicios y ayudaron a las Hnas. en la comunicación con la gente de habla guaraní.
Tan pronto como hubo otra pieza disponible, en setiembre del mismo año, llegaron de Buenos Aires, las Hnas. María del Rosario y María de San Antonio para integrar la comunidad fundadora, ya que Hna María de Jesús Bech regresó a Corrientes.
La primera celebración Eucarística tuvo lugar el 14 de setiembre, fiesta de la Exaltación de la Cruz.
La historia narra que en el año 1918 hizo su aparición por Paraguay una gripe muy grande que hizo estrago con la población, muriendo muchísimas personas, en todos los estratos sociales. Mons. Bogarín que hacía 3 meses estaba de gira pastoral por todo el Paraguay, regresó prontamente para asistir a su rebaño de Asunción.
Como la Iglesia de la Recoleta estaba cerrada desde hacía varios meses, con el fin de evitar la aglomeración de gente que propague el contagio de la gripe, el 9 de diciembre, Mons. Hermenegildo Roa, Vicario del Obispo, envió un mensaje a las Hnas. de su deseo de trasladar el Santísimo de la Iglesia de la Recoleta. Ellas prepararon felices el lugar donde vendría a habitar el Señor. Monseñor Roa con otros sacerdotes acompañaron la procesión del traslado y una vez en el Buen Pastor, les dijo a las Hermanas. “Les dejo al Dueño de Casa, qué consuelo para Uds.!”.
Del Libro: “El Buen Pastor en las Naciones del Sud de América” Tomo III, P. Juan ISERN