Ya desde los inicios de la Congregación María Eufrasia tuvo la visión de un trabajo en conjunto especialmente con algunos laicos y laicas: el señor Conde Agustín de Neuville y La señora Condesa Genoveva de Andigné fueron quienes comprendieron perfectamente la misión de la nueva Congregación.
Sentimos como don maravilloso de Dios la presencia de las Laicas/os que caminan con nosotras, tienen dones y talentos, capacidades profesionales y compromiso apostólico vitales para la misión.
En forma conjunta contribuimos a recuperar la dignidad de las personas heridas por el pecado y sus consecuencias, optando por la mujer en situaciones límite haciendo explícita la vivencia del carisma a través del trabajo apostólico, las relaciones mutuas, encuentros celebrativos; programas de formación; colaboración en diversas áreas etc., encarnando cada uno desde la propia vocación así la espiritualidad congregacional,
Procuramos la vivencia y el anuncio de la misericordia y la reconciliación, en el espíritu de las orientaciones de la Congregación del Buen Pastor, en la línea de la Iglesia, y del Documento emanado de la V Conferencia Episcopal Latinoamericana, de Aparecida.
Cada vez más en la Congregación del Buen Pastor se suman con alegría y como una bendición personas laicas que caminan con las Hermanas, como: Partners, Amigos, Voluntarios, Bienhechores, Colaboradores.etc